martes, 25 de agosto de 2020

Guerra fría y geopolítica en el siglo XXI

 


Entenderemos entonces por intelectual aquel individuo perteneciente al ámbito de la ciencia, del arte, del pensamiento o de la cultura que se dedica a pensar, comprender y explicar la sociedad en que vive, debiendo transmitir el resultado de su reflexión a un público determinado. Esta transmisión, o los procedimientos que la permiten, implican desde ya una acción pública; luego, sería redundante hablar de intelectual público, pues por definición el intelectual posee connotación pública. Según este criterio, un novelista, por ejemplo, que no desarrolla actividades públicas o que solo se manifiesta sobre materias estrictamente literarias no será catalogado como intelectual. Lo mismo rige para el sociólogo o el biólogo que ejerce su profesión de espaldas a la sociedad y sin dialogar con el resto de la comunidad académica, restringiendo su labor a un espacio profesional cerrado. 
La primera lo concibe como un estamento profesional o administrativo y se preocupa por su eventual constitución como cuerpo social; la segunda lo entiende como la elite pensante de una sociedad e indaga en sus relaciones con la política y el poder. Este tópico, que es el que nos interesa, se ha tornado
predominante en la práctica, y aunque no debiesen desatenderse otras facetas, debe reconocerse que esta reflexión ha puesto en tensión la figura del intelectual entregando los debates más polémicos. Hasta ahora se ha estudiado el campo cultural de sociedades nacionales en épocas dadas, como lo hace Pierre Bourdieu con la Francia del siglo XIX.9 Lo que se postula aquí es entender lo que sucede en el campo cultural latinoamericano y hasta mundial, en el contexto de la Guerra Fría

La Guerra Fría, es la globalización del intelectual latinoamericano. En paralelo al proceso de conformación del campo cultural continental, o sea, de la latino americanización de los intelectuales, se desenvuelve el proceso de mundialización, en virtud del cual los intelectuales salen al mundo, lo descubren, lo visitan materialmente, se relacionan con sus pares, con los pueblos y con las autoridades de países que hasta entonces habían permanecido remotos, dando vida a un campo cultural mundial. Ya no es solo Europa Occidental y Estados Unidos el destino de nuestros escritores y artistas, es también Europa Oriental y la Unión Soviética, es también África, China, la India y el sudeste asiático.

Por supuesto que en el proceso intervienen otros factores, pero en estas líneas sostendremos que la Guerra Fría es vital en la conformación de este mega campo intelectual. Por cierto, las ideas de los intelectuales de América Latina respecto a la Guerra Fría no conforman un conjunto homogéneo, sino que se diseminan para articular una serie de discursos sin fronteras rígidas, que se distinguen tanto por su contenido como por su “registro” o modo de decir las cosas. El análisis crítico del lenguaje empleado por los intelectuales podrá sugerir el grado de originalidad y autenticidad de las ideas; por lo pronto, difícilmente se hallarán discursos u opiniones demasiado elaborados; por el contrario, lo que se observa a grandes rasgos es una tendencia a recoger y reiterar lo que dicen las cúpulas políticas, los partidos, los poderes establecidos y las ciencias sociales.
En los albores de la Guerra Fría la Unión Soviética reclutó una suerte de ejército rojo intelectual, con una dotación de l
atinoamericanos nada despreciable. A los viejos comunistas como Juan Marinello, Diego Rivera, Nicolás Guillén o Jorge Amado se agregaron nuevos como Pablo Neruda u Oscar Niemeyer (ambos afiliados en 1945). Los intelectuales comunistas formaron un frente de apoyo a la URSS y, cual disciplinados soldados, sirvieron la bandera roja a través de distintos mecanismos de participación. Ellos constituyen, dentro del campo intelectual de América Latina, el sector más radical, el que se situó más a la izquierda, el que se identificó más con el bando soviético.

Partidarios, en todo el sentido de la palabra, la Unión Soviética no tuvo más que los anteriores. Circunstancialmente contó con el apoyo de intelectuales independientes (ni comunistas ni cubanos), como Luis Cardoza y Aragón, de quien conoceremos su entusiasta testimonio de viaje a la Unión Soviética. Es probable que un buen número de intelectuales, de haberse visto en la necesidad de enjuiciar a Estados Unidos o a la URSS, se habría inclinado por ésta, más por oposición a los norteamericanos que por convicción. Pero eso es muy distinto a ser partidario. En verdad, encontrar un intelectual latinoamericano que no hubiese dirigido un ataque, una crítica o un reproche a Estados Unidos en esta época es casi imposible, incluso entre sus mayores defensores. Pero de ahí a apoyar a Moscú había mucho trecho.


Durante la Guerra Fría, la autonomía en política exterior, tanto en el campo internacional como en el latinoamericano y colombiano, fue un importante objeto de estudio y una cuestión práctica significativa 1971. En términos generales, predominó una noción relativa de la autonomía, en el sentido de que una conceptualización absoluta, plena o total de la misma era percibida como exagerada, quimérica, costosa, improbable o inalcanzable. A su vez, en las diversas aproximaciones -tradicionales o más contemporáneas, funcionalistas o estructuralistas, marxistas o no marxistas, mundiales o regionales, hemisféricas o nacionales- evaluadas, se hizo evidente el sesgo estatalita y racionalista para caracterizar y explicar el comportamiento autonómico en política internacional.

A continuación se presenta un video relacioando al tema:

Referencias bibliográficas

          Alburquerque, G. (2011). La trichera letrada. Intelectuales latinoamericanos y Guerra Fría (p. 326). Ariadna ediciones.

     Herz, M. (2002). Política de segurança dos EUA para a América Latina após o final da Guerra Fria. Estudos Avançados16(46), 85-104.

     Saunders, F. S. (2013). La CIA y la guerra fría cultural. Debate.

     Gaddis, J. L. (2008). La guerra fría. RBA.

     Gaddis, J. L. (2012). Nueva historia de la Guerra Fría. Fondo de Cultura Económica.     


Poder político y seguridad cooperativa

 


La constitución de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en todo el Continente, o el avance parcial de iniciativas subregionales del mismo tipo, conlleva modificaciones sustanciales no sólo en la libre circulación de mercancías producidas en condiciones abismalmente diferentes sino, sobre todo, en la normatividad general de la zona y, con ello, en los ámbitos de acción de los sujetos, en el carácter y margen de maniobra de las instancias y en las atribuciones políticas de los pueblos y naciones firmantes.

De acuerdo con los Padres Fundadores, la libertad, la propiedad y la virtud son los grandes valores que dan forma y color a esta nación, y son precisamente estos valores, los que se encuentran en peligro frente a la amenaza que significan los otros. Figuras claves para entender la naturaleza de esos valores y los ejes de su seguridad, son Benjamín Franklin y Alexander Hamilton.
Este esquema, se proyectó posteriormente en las dos grandes doctrinas norteamericanas de corte geopolítico del siglo XIX, la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto, doctrinas que salieron a relucir en las aventuras expansionistas de 1846-1848 frente a México y, aún más afinadas, cincuenta años más adelante en 1898, en el Caribe y el Pacífico. En un primer nivel, esas doctrinas han actuado como las justificaciones geopolíticas e, incluso, teológicas de la política exterior norteamericana del siglo XIX .
De esta manera, se articula la expansión del mercado con los enclaves militares y los intereses de los capitales norteamericanos, ahora ya trasnacionales, anclados mediante la idea del excepcionalísimo norteamericano con el interés nacional. Son estas dos últimas, una meta política y la otra política, las que proporcionarán grandes dosis de legitimidad ante la sociedad norteamericana, en la medida en que la expansión del Estado corporativo, moderno, eficiente y por tanto civilizado, genera la suficiente riqueza como para elevar los salarios, incrementar el consumo e incorporar al individuo en una nueva organización laboral que, ideológicamente, actualiza los eternos valores norteamericanos: libertad, propiedad. Una vez conjuntados gobierno, corporaciones y sociedad dentro del espacio democrático del Estado corporativo, se requiere, entonces, afinar las reglas de ese espacio para avanzar como una verdadera unidad política.
El poder comprende atributos personales y de posición en jerarquía que se constituyen en la base de la capacidad para influir en las demás personas. Analizando el poder y la autoridad, se observa que el poder abarca atributos personales y de posición, mientras que la autoridad implica el poder
con base en la posición. Desde un punto de vista conductista, Simón profundiza el estudio del poder en la toma de decisiones en el contexto organizacional en términos de su estructura y propiedades internas, debido a que se requiere una concepción operativa. Simón sostiene que el proceso decisorio se guía a través de la racionalidad limitada que caracteriza todo comportamiento humano, incorporando los mecanismos de influencia a través de los cuales la organización controla el comportamiento de sus miembros. Luego el individuo es controlado por la organización por medio de la autoridad, el consejo, la información y el entrenamiento como mecanismos externos, y a través del criterio de eficiencia y lealtad e identidad organizacional. En conclusión, Simón crea una teoría organizacional que proporciona medios de dominación para asegurar el mantenimiento de la organización, del capital sobre el trabajo.

El hecho de evidenciar que las amenazas a la seguridad de los países pasan principalmente por la capacidad de interpretación que de las mismas tengan los tomadores de decisión en los ámbitos estratégicos, como también en la política exterior. Pero incluso más allá, dicha interpretación queda en nada si no se manifiesta dentro de un plano imaginario, el cual sería, para los mencionados autores, el espacio en el que se unen geopolítica y seguridad, debido a que es por medio de la geopolítica en que los tomadores de decisión “especializan” sus amenazas, así como también la posibilidad de contrarrestarlas, a través de decisiones concretas, las que se manifiestan en políticas de seguridad sobre un fenómeno u objeto en particular.

Cuando se cambia el foco de acontecimientos a procesos, los factores culturales adquieren en mayor medida una importancia considerable, teniendo en cuenta que es gracias a dichos elementos que se establecería una unión entre identidad y seguridad, relevando a un segundo plano la integridad territorial
como aspecto a resguardar en el plano internacional del Estado. Es más, de acuerdo a Paul Roe (2013), en múltiples ocasiones son las propias localidades ubicadas al interior del Estado, las que no logran un grado de compatibilidad entre la identidad y lo cultural con dicha institución, lo que da como consecuencia una serie de conflictos entre las partes involucradas. Pero incluso más, la visión cultural y de identidad no solamente reafirmaría una condición geopolítica determinada de una localidad, sino que, al mismo tiempo. lograría evidenciar que, en múltiples ocasiones, el Estado basa su propia concepción de seguridad en aspectos netamente simbólicos, lo que no solo da como resultado una clara incongruencia en los parámetros tradicionales de comprender a la geopolítica y a la seguridad, sino que, al mismo tiempo, devela los aspectos subyacentes que se esconden detrás de una eventual realidad.

A continuación se presenta un video explicativo sobre el tema:

Referencias bibliográficas

     Gallardo, F. L. D. (2007). Contribución de la geopolítica crítica a la comprensión de la actual concepción de seguridad. Revista Política y Estrategia, (108), 71-82.

     Scribano, A., & Zanin, E. S. (2012). La cabeza contra el muro. Geopolítica de la seguridad y prácticas policiales. Revista de Ciencias Sociales25(30), 11-32.

     Comblin, J. (1988). Doctrina de seguridad nacional (Vol. 1). Editorial Nueva Década.

      Luna, A. A. R. (2008). Seguridad nacional y geopolítica en América del Norte y Centroamérica. Revista Enfoques: Ciencia Política y Administración Pública6(8), 129-146.



lunes, 17 de agosto de 2020

ESPACIO GEOPOLÍTICO. Noción del espacio, contextura del espacio, relaciones espaciales. APLICACIONES GEOPOLÍTICAS. Geopolítica y planificación, proyecto nacional, apreciación y estudios geopolíticos

 


En cuanto a la información emanada de textos, por mencionar algunos que suelen ser de lectura obligatoria en ámbitos académicos, encontramos las obras de Paul Kennedy, Samuel Huntington, Sbigniew Brzezinski o Antonio Negri y Michael Hardt. Pese a haber sido objeto de críticas lapidarias, siguen siendo utilizados, no solo en diseños de política exterior –caso de EEUU, especialmente Brzezinski y Huntington-, sino que resulta difícil no encontrar al menos a alguno de ellos en la bibliografía de estudios con aspiraciones a dilucidar la situación política mundial reciente. Y el consecuente mal manejo de la información ha incrementado los peligros de la incertidumbre actual. Su mala aplicación perturbó escenarios dispersos en el mundo y las consecuencias afectaron, y continúan haciéndolo, a una parte sustancial de la humanidad.
La gestión de los asuntos de los Estados requiere un conocimiento profundo de la naturaleza y potencialidades del territorio, así como de las connotaciones geoestratégicas del espacio. De muchas maneras, el territorio incide en la naturaleza de las políticas públicas de seguridad y desarrollo de los gobiernos. Una lectura equivocada de estos factores puede conducir a cometer errores graves que afecten al país y deben ser evitados por los estadistas.
Existe, en general, alguna confusión al referirse a temas relativos al espacio y territorio; por esta razón es necesario definir los términos, conforme el uso más común que hacen los tratadistas de estas materias:
  • Medio geográfico: Incluye todos los factores que ejercen influencia sobre las actividades del ser humano. Factores que, a la vez, han sufrido la acción transformadora del hombre. 

  • Territorio: El territorio incorpora el concepto de límite. Es, por tanto, una porción del espacio en la cual una serie de actores ejercen actividades económicas y culturales, organizando y aprovechando el medio geográfico, del que reciben, a la vez, determinadas influencias.

  • Paisaje: Constituye la expresión visual de una parte de la superficie terrestre. El paisaje natural es obra exclusiva de la naturaleza; es decir, no ha sido transformado por la acción del hombre. El paisaje cultural es aquel que resulta de la interacción del ser humano con la naturaleza, que ha modificado el paisaje natural.

  • Ecosistema: Se entiende por tal a la comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales están relacionados entre sí. Su desarrollo se produce en función de los factores físicos del ambiente que comparten.

  • Ecúmene: Se conoce como tal a una porción de la Tierra permanentemente habitada; por el contrario, anecúmene o vacío de ecúmene corresponde a áreas deshabitadas o temporalmente ocupadas. Las primeras son zonas del mundo habitables y habitadas, frente a aquellas que por sus condiciones adversas son difíciles para el asentamiento de grupos humanos. También se ha definido ecúmene como el conjunto del mundo conocido por una cultura.

  • Teorías sobre el espacio: Se refiere a una serie de regularidades en la articulación del espacio y reiteraciones históricas que permiten deducir, desde una relación causal, la existencia de ‘leyes’ espaciales.
  • Espacio geográfico: En la ciencia geográfica se entiende por tal al espacio organizado por la sociedad. Es aquel en el que se desenvuelven los grupos humanos en su interrelación con el medio natural; es, por consiguiente, una construcción social, que se expresa como paisaje. Además, la acción de un grupo social en su territorio genera múltiples impactos en los grupos sociales de territorios vecinos, que superan el campo de lo exclusivamente físico.

  • Espacio geopolítico: Constituye el espacio polidimensional –horizontal, vertical, y temporal– en que se desarrollan todas las actividades humanas. Es la suma del ambiente natural y el accionar político. No se trata solamente del espacio geográfico y sus límites; por su carácter de totalidad, es una concepción verdaderamente política del espacio: variable, modificable e inestable, como es siempre la situación política de los Estados. 

El espacio político, a su vez, es el resultado de la integración del espacio antropogeográfico, con el espacio cultural, el espacio económico y la organización política.

E. Geopolítico = E. geográfico + E. político. 
E. Geográfico = E. físico + E. biogeográfico 
E. Político = E. antropogeográfico + E. Cultural + E. Económico + Organización política

La deslocalización industrial no implica un cambio de las relaciones centro periféricas, pues consiste simplemente en el fraccionamiento de las empresas en varias unidades productivas, ubicadas en distintos países de la periferia, para beneficiarse de mano de obra barata, cercanía a grandes mercados y bajos impuestos; como tampoco la creación de empresas multinacionales por la alianza con capitales de los países anfitriones, para controlar la producción mundial de determinados bienes; simplemente se trata de una rearticulación del espacio económico a escala mundial, en la que el poder de control y decisión se mantiene en los países capitalistas centrales mediante organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o el Banco Mundial (BM), en los que ejercen marcada influencia. “Los nuevos instrumentos del dominio neocolonial son: las redes de información, las redes financieras, las redes de localización productiva, y las redes de influencia y presión.

A continuación se presenta un video en donde se describe de manera audio visual el tema.

Referencias bibliográficas

     Ana, M. (2001). El espacio geopolítico gaditano en época púnica. Revisión y puesta al día del concepto de «Círculo del Estrecho». Gerión. Revista de Historia Antigua, (19), 313-354.

     Ward, P. M. (2011). REPENSANDO EL ESPACIO GEOPOLÍTICO METROPOLITANO EN MEXICO:¿ COMO LOGRAR UN VERDADERO GOBIERNO Y GOBERNABILIDAD? PARA TODOS?. La geografía contemporánea y Elisée Reclus. México, DF: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos. Available at: https://books. openedition. org/cemca/2585.

     Schlögel, K. (2007). En el espacio leemos el tiempo: sobre historia de la civilización y geopolítica (Vol. 55). Siruela.

     Portillo, A. (2001). Una propuesta de definición de los fenómenos geopolíticos. Revista Geográfica Venezolana42(2), 227-238.


ESTIMULOS GEOPOLÌTICOS. Leyes geopolíticas, factores geofísicos, factores económicos, factores socio económicos, factores humanos.

 


Desde la invención del término geopolítica debida al politólogo sueco Rudolf Kjellen han sido docenas los autores que han tratado este concepto Kjellen lo acuñó como «la teoría del Estado como un organismo geográfico en el espacio». Eran los días en que las naciones-Estado pugnaban por su supremacía en un espacio geográfico concreto, muy especialmente en Europa. No en vano, tal definición enmascara dos elementos esenciales: el poder (o la influencia política), y el espacio (o el territorio) a conquistar. Un pensamiento muy de finales del siglo diecinueve, donde los geógrafos y otros pensadores trataban de explicar las transformaciones que se producían en un mundo de espacios finitos en profunda transformación: tanta, que muy pocos años después aparecía la primera gran catástrofe del siglo XX en forma de Primera Guerra Mundial.
Una guerra marcada de alguna manera por la geografía política, donde las fronteras físicas determinaban el contorno del poder político y, en consecuencia, del económico, especialmente el proveniente de los recursos naturales. Unos hechos que el propio nazismo hizo suyos a través de Karl Haushofer que definía la geopolítica como la «nueva ciencia natural del Estado», lo que también impulsó el dominio territorial del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. 
Unas consideraciones que podríamos sintetizar hoy con mayor amplitud diciendo que la geoeconomía es la geopolítica en el contexto de la globalización económica. O dicho de otra manera: el uso de la política económica para lograr unos objetivos de dominación o de protección del propio bienestar en el contexto global. Entendiendo la política económica como aquella que llevan a cabo los Gobiernos de acuerdo a sus intereses. Un contexto de amplio espectro que aborda asuntos tan críticos como:
  • Los equilibrios de poder y el papel de las organizaciones internacionales, incluyendo las guerras económicas y el choque de civilizaciones.
  • La aparición de nuevos fenómenos económicos, como pueden ser la relevancia de los fondos soberanos en el contexto global, o también las crisis económicas.
  • Los elementos que configuran el derecho y la regulación de los mercados, así como los mecanismos de influencia y las estrategias de poder.
  • Los desequilibrios de la globalización que, entre otros, incluyen los problemas relacionados con la pobreza o las causas que tienen que ver con los Estados fallidos

La globalización económica ha traído, además, nuevos desajustes. Uno de ellos, tiene que ver con los desequilibrios de las balanzas de pagos. Lo que ha llevado, de alguna manera, a perturbaciones en los mercados que se han traducido en mayores riesgos económicos. Todo ello tiene que ver con la antes aludida liberalización económica, así como con la drástica reducción de los precios de las comunicaciones, la explosión tecnológica de los últimos años y la masiva utilización de Internet como un nuevo espacio económico, tal como se ha indicado. A lo que se añade el ascenso de las nuevas empresas transnacionales, el aumento de las transacciones comerciales mundiales, y los menores precios de los productos terminados por la entrada de nuevos productores con mejores métodos de sourcing desde los países del sudeste asiático y China.

Por otro lado, la globalización ha abierto una serie de aspectos nuevos con fuertes impactos geoestratégicos, que se mueven en múltiples direcciones:

  • ·         La multipolaridad aludida de las relaciones internacionales.

  • ·         Las tensiones geopolíticas causadas por los conflictos territoriales relacionados con el control de los recursos naturales.


  • ·  Los cambios demográficos: incremento de la población mundial (que, previsiblemente, llegará a los 9.000 millones en 30 años, a la vez que se reduce fuertemente la tasa de natalidad en los países desarrollados, y se incrementan los procesos migratorios, con una fuerte concentración de población en las ciudades, que pasará del actual 49 por ciento de la población total al 60 por ciento en pocos años).


  • ·      Los avances sanitarios en un mundo de grandes posibilidades tecnológicas. Una situación sobre la que la esperanza de vida y el incremento poblacional global incidirá en mayores costes sanitarios, poniendo el Estado de bienestar en cuestión.  


Finalmente, otros complejos procesos que vienen de la mano de la tecnología, como el ciberterrorismo, los cambios culturales, así como, las rupturas sociales y los previsibles cambios de poder en zonas estratégicas.


Un difícil encaje entre poder e intereses económicos que se suman para conformar un nuevo panorama geoeconómico en el que estados, empresas y otros grupos, a veces no identificados correctamente, pugnan por la primacía política y económica. Un entorno en transición, multipolar, donde la economía política, entendida como el estudio interdisciplinar de la economía considerando los aspectos filosóficos, sociológicos, jurídicos, políticos, etc., que influyen en la conducta de los mercados, ha quedado supeditada a la política económica de los diversos Gobiernos, que con sus estrategias y acciones (leyes, regulaciones, subsidios, impuestos, etc.) intervienen en los mercados, con acciones que van más allá de la economía en general y se adentran en la pugna geopolítica.
A continuación se presenta un video explicativo del tema.

Referencias bibliográficas

     AUBOIN, M. Use of currencies in international trade. Any changes in the picture? World Trade Organization. Economic Research and Statistics Division. Mayo 2012. https://www.wto.org/ENGLISH/res_e/reser_e/ ersd201210_e.pdf.

     BLINDER, A. «The Role of the Dollar», Eastern Economic Journal, vol. 22, n.º 2. Págs. 127-136. Primavera 1996.

     CASTELLS, M. La Galaxia Internet. Plaza y Janés Editores. Barcelona. 2002.

     CAVALLO, D. F. Camino a la estabilidad. Cómo derrotar la inflación para avanzar hacia el desarrollo económico y el progreso social. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 2014.

     CHAUPRADE y THUAL, F. Dictionnaire de géopolitique: États, Concepts, Auteurs. Éditions Ellipses. París. 1998.

     EICHENGREEN, B. «Exorbitant Privilege». Oxford University Press. 2011. 


jueves, 13 de agosto de 2020

Definición y carácter de la geopolítica. Enfoques y escuelas que se aplican en el derecho internacional. La relación de la geopolítica con otras ciencias. Escuelas y Doctrinas Geopolíticas.

 


A nivel institucional, estas escuelas están regidas por la Política Ministerial de Convivencia Escolar, entendida como “ la coexistencia pacífica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes” (MINEDUC, 2012, p. 20); esta política pretende ser un marco para las acciones que el Ministerio de Educación (MINEDUC) realice en favor del objetivo de aprender a vivir juntos, por lo que cumplirá una función orientadora y articuladora del conjunto de acciones que los actores emprenden en favor de la formación en valores de convivencia, tales como: respeto por la diversidad, participación activa en la comunidad, colaboración, autonomía y solidaridad. De esta forma, la política de convivencia escolar se convierte en un eje central de la formación ciudadana. También, el diseño de esta política responde a la necesidad de fortalecer el desarrollo y logro de los objetivos fundamentales transversales presentes en el currículo, que son base de la formación de ciudadanía y principios democráticos.

Debido a lo anteriormente mencionado, el estudio y comprensión de la geopolítica como ciencia, tiene un sin número de disciplinas arraigadas a la misma, las relaciones de estas disciplinas dependerán enteramente de fenómenos o factores que presenten en relación con el desarrollo y los objetivos del Estado.

Geografía 
Como eje fundamental para estudiar la Geopolítica se encuentra el territorio como uno de los elementos constitutivos del Estado, analizando sus posibles proyecciones en el desenvolvimiento del país; es, pues, la primera exigencia básica de todo estudio geopolítico el conocimiento amplio y completo de los factores geográficos del área terrestre, analizando posibles influencias en la vida del Estado para determinar cuáles han sido los elementos geográficos que mayor estimulo han ejercido en el territorio.


Política

Otro eje fundamental dentro de la Geopolítica es llegar a conclusiones de verdadero valor para el conductor político. Quien efectúa el análisis de esta ciencia debe conocer previamente y con profundidad las Ciencias Políticas. Las Ciencias Políticas entregan sus conocimientos a la Geopolítica, que recibe su aporte para el análisis del Estado; sin embargo, cuando ellas solo se mantienen en los aspectos geográficos, los estudios tienen el carácter de Geografía Política y no de Geopolítica.


Estrategia

Dentro de la Geopolítica es de importancia establecer los posibles objetivos que es necesario alcanzar para el desenvolvimiento y la vida de ese Estado. Estos objetivos son de carácter positivo cuando, para alcanzarlos, se requiere su conquista, o negativos, cuando están en posesión del Estado e imponen la necesidad de ser mantenidos para evitar la voracidad de otros Estados. La estrategia, en íntima relación con la geopolítica, establece la forma como debe actuar los diferentes poderes del estado, no solo con la fuerza de las armas, sino con medios económicos, políticos y diplomáticos, etc.


Historia

Es un pilar fundamental para la geopolítica ya que esta fundamenta buena parte de sus estudios, en experiencias del pasado, las cuales dan fe de la existencia de una serie de sucesos humanos que se repiten en ciclos de tiempo, sin ser fruto del azar, sino de principios sociales y naturales, a los cuales se dedica con profundidad de análisis, la geopolítica.


Economía
La economía como principio para el desarrollo de los Estados, es objeto de estudio de la geopolítica. Los recursos naturales del territorio, en especial los que más influyen en los factores del poder, son de particular interés y análisis por parte de la economía, para proyectar la vida del Estado, razón por la cual la economía juega un papel importante como estímulo para su desarrollo de un análisis geopolítico.

Sociología
La geopolítica basa sus estudios en la clara relación entre el hombre y el territorio, se interrelaciona con la sociología, para analizar las características de la sociedad que conforma el Estado, este no se conforma solo por su extensión y riquezas, sino por el carácter que presenta la masa humana que explota y vive en esa superficie. Razón por la cual estas dos ramas estudian las características sociales que presenta la masa humana que junto al territorio que junto al territorio integra el Estado.


Basándose en las teorías de la convención de los derechos del niño el cual debe ejercer y ser un participante más, se cita el artículo N° 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cual dice los siguiente: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (ONU, 2013, p. 4). Por ello, se espera que en toda comunidad educativa que está al servicio de la persona y de la sociedad, los derechos esenciales de la naturaleza humana sean respetados, ejercidos y promovidos por cada uno de los actores educativos: planta docente, población estudiantil, apoderados, padres y madres y todas las personas que conforman los espacios escolares. La finalidad de la educación es promover la realización personal, potenciar el respeto de los derechos humanos y las libertades, y promover la tolerancia y el entendimiento. Así, la educación no debe ser vista de manera instruccional, sino para el cumplimiento de derechos civiles, políticos, económicos o sociales, desde que se adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948 (Unicef, 2008).
 
A continuación se presenta un video explicativo con relación al tema.



Referencias bibliográficas

     García, C. A. (1974). Derecho internacional privado (pp. 659-76). Editorial Porrúa.

     Barboza, J. (1999). Derecho internacional público. Buenos Aires: Zavalía.

     Salcedo, J. A. C. (2001). Soberanía de los Estados y derechos humanos en derecho internacional contemporáneo. Tecnos.

     Sepúlveda, C. (1991). Derecho internacional (No. 341 S715de 2004.). Editorial Porrúa.

 

REALIDAD NACIONAL. POBLACIÓN.

Según la EMEDINHO (2001) en el “censo realizado en el año 2001 se estimó que el 6.1 % de la población de 15 años se considera como indígen...